Las terapias orientales y de armonización energética son técnicas milenarias cuyo principio fundamental es el equilibrio del Qi que es la «energía vital».
Estos tratamientos consiguen, por si mismos, mejorar el estado de salud y la calidad de vida. Lo que conduce al bienestar integral.
La individualización y personalización de este tipo de terapias marcan la diferencia y contribuyen al equilibrio mental, corporal y emocional.